lunes, 29 de noviembre de 2010

JOSE RAFAEL REVENGA; QUESERO

No son muchos los próceres civiles o militares de nuestra golpeada Venezuela que han demostrado y se han comportado con honestidad sin par. Ha privado la rapacidad, el caudillismo y el no me des aunque ponme donde “haiga”. Brillan los títulos regalados por congresos genuflexos o por segundones busca fortuna para halagar a quien está, como decía un viejo político venezolano, “en las alturas del poder”
Pero no es ese el caso de José Rafael Revenga, epónimo de nuestro principal instituto educacional. Nació en El Consejo el 24 de noviembre de 1876, en el seno de una familia con buenos recursos económicos. Cumpliendo los 24 años ya está integrado a los vericuetos de las conspiraciones independentistas. Es un abogado graduado en la Universidad de Caracas y representando a nuestro país viaja a Estados Unidos de Norteamérica para lograr su reconocimiento y apoyo, labor que se ve truncada con la caída de la primera república. Durante la permanencia de El Libertador en Cartagena, en el año 1815 fue su secretario, actividad que repitió en 1818. Revenga, residenciado durante unos tres años antes de la independencia de Venezuela en Estados Unidos de Norteamérica, estudió Contabilidad y Economía política.
Sería largo enumerar las posiciones alcanzadas por este ilustre venezolano con un desempeño totalmente civilista. Funcionario diplomático, Ministro de Hacienda y de Relaciones Exteriores, Diputado al Congreso Nacional y Presidente del Banco Nacional. Negoció el pago de nuestras inmensas deudas contraídas en la gesta libertadora. Para darnos una idea del caos económico al cual nos llevaron las guerras de independencia, la porción venezolana en la deuda de la Gran Colombia, equivalía a cuatro años de exportaciones de nuestras exportaciones las cuales eran básicamente café y cacao, ya que la ganadería había sido devastada. Promueve el cultivo del tabaco con el apoyo de fondos públicos. Su plan es la ampliación de las fincas tabacaleras en La Grita, Barinas y Guanare, lugares donde se lograban hojas de una calidad tal que eran consideradas entre las mejores del mundo, aceptadas con beneplácito en Inglaterra, Holanda, Francia y Alemania las cuales persistieron hasta la infausta Guerra de la Federación en la cual fueron arrasadas hasta su total destrucción.. Pero sus esfuerzos son inútiles. Páez con su desmedido caudillismo y para lograr la separación –tal vez legítima o necesaria- de la Gran Colombia prefiere mantener el caos financiero para achacarlo a la mala administración grancolombiana y a las directrices de Simón Bolívar. Colombia está en bancarrota. No tiene movimiento comercial y carece de crédito al tener tres años de mora en el pago de su deuda externa. Páez prohíbe la exportación del tabaco y obliga a su remate en Venezuela. Las pérdidas para los cosecheros son inmensas ya que el precio de venta no era ni siquiera la mitad de lo que se obtendría exportándolo. Hace descontar fletes y otros gastos, concluyendo el juego con la no cancelación de unos 70.000 pesos. No conforme con esto, ordena la expulsión de Revenga de nuestro país y le acusa de conspirador cargo que podía significar hasta la pena de muerte. Revenga no soporta tal humillación y regresa a Venezuela para enfrentar los cargos, quedando liberado de los mismos.
Pero ¿Porqué Revenga el quesero? Por supuesto que el título no guarda ninguna relación con nuestros populares, comunes y siempre actualizados quesos, eufemismo con el cual se reemplaza el término de corrupción. Formando parte de la Sociedad Económica de Amigos del País, un grupo que alarmado ante tantas carencias nacionales pretende buscar soluciones. La población venezolana es ignorante y desconoce lo básico para sobrevivir. Es por ello que la poca intelectualidad que sobrevivió a la guerra de la independencia, procura enseñar los medios para lograrlo, tratando de enseñar cómo hacer tejas, sombreros, trabajos de herrería, albañilería, carpintería y allí es donde entra José Rafael Revenga. En la sesión del 5 de noviembre de 1830 hace entrega a la Sociedad de un manual titulado “El modo de hacer queso”. Con datos muy precisos sobre temperatura de la leche, obtención del cuajo, procesamiento de la cuajada, prensado, almacenamiento, protección de los insectos y salado presenta tres formas para hacer el queso. Incluyendo las variedades tales como el queso de mano, el queso holandés, el roquefort, el blando o “paisa”, la mozarella y el queso de mano, no faltando por supuesto el apetecido queso “llanero” que aún forma parte integral de nuestra gastronomía, rociado por encima de unas caraotas negras refritas o rellenando una humeante arepa. Y si es de esas arepas peladas que hacen en Cumarebo, ¡¡¡¡Mucho mejor!!!!
Revenga falleció en Caracas el 9 de marzo de 1852

José Hermoso Sierra
Noviembre 2010 Publicado en la revista (CANDELARIA TURMERO)

Bibliografía:
Diccionario de Historia Fundación Polar
“El modo de hacer queso” Guillermo Guzmán. Revista “El Desafío de la Historia” (Nº 22)
José Rafael Revenga. Carlos Goedder

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