lunes, 29 de noviembre de 2010

ALMA LLANERA

EL ALMA LLANERA

El 19 de septiembre del presente año, Alma Llanera, el denominado segundo himno nacional de Venezuela cumple 92 años de su presentación al público. La Venezuela del siglo pasado, amordazada por la dictadura de J. V. Gómez presentaba en términos generales un nivel cultural muy bajo. Solamente los privilegiados por la naturaleza en cuanto a interés por las artes e inteligencia para comprenderlas se preocupaban por incrementar sus conocimientos en todos los parámetros. No obstante, eran los privilegiados económicamente, quienes se podían dar el lujo de acudir a los pocos teatros con los cuales contaba – y aún no ha variado mucho la situación - la entonces bucólica Caracas. Venezuela toda no llegaba a los dos millones y medio de habitantes y Caracas no alcanzaba las cien mil almas. La primera guerra mundial estaba en su plenitud pero aparte de discusiones apasionadas sobre el tema, no teníamos en el asunto ni arte ni parte.

Entre las esquinas de Veroes a Ibarras se encontraba el Teatro Caracas, también conocido como El Coliseo de Veroes. Había sido construido en 1854 y un pavoroso incendio lo destruiría en el año 1919. El 19 de septiembre de 1914 sería estrenada una zarzuela en un acto cuya letra correspondía al intelecto de Rafael Bolívar Coronado (1884-1924), periodista aragüeño de gran reputación, amén de una vida plagada de anécdotas y la música a Pedro Elías Gutiérrez (1870-1954), un prestigioso compositor y director de orquesta. Era anunciada como una obra que presentaba “escenas de la vida de las sabanas venezolanas a las riberas del Arauca”.

La compañía española de Matilde Rueda cargaría con la interpretación, incorporando algunos comediantes criollo, entre ellos los primeros actores nacionales Jesús Izquierdo (1881 – 1937) y Rafael Guinand (1881-1957)

La zarzuela Alma Llanera pasó al olvido y hoy pocos la recordarán pero el joropo se consagró en las dominicales retretas de la Plaza Bolívar de todas las poblaciones venezolanas. El negro Mamerto, bailarín y bochinchero famoso de la época lo bailó innumerables veces y en el exterior Alfredo Alvarado, “El Rey del Joropo” lo hizo merecedor de elogios. En los saraos de la alta sociedad y en los arrocitos de orilla el Alma Llanera marcó al fin del baile el final de la fiesta. Con un platico de cartón contentivo de una temblorosa gelatina y sendas cuñas de quesillo y torta los asistentes a la celebración se marchaban a sus hogares.

Napoleón Acevedo, poeta y escritor aragüeño articulista de diarios caraqueños bajo el seudónimo “René Borgía” escribió sobre Bolívar Coronado y la obra
“Era un escritor frondoso en estilo. En libros como “El nervio de la raza” abundaba en descripciones vibrantes de nuestra tierra aragüeña... Una noche, en la mínima Caracas de entonces, me habló atropelladamente de una zarzuela suya, para la cual Pedro Elías Gutiérrez había escrito una música venezolanísima. Después de algunas semanas se estrenó “Alma Llanera” con éxito largo y resonante de músico, no de comediógrafo. Yo, (Bolívar Coronado) que era poco aficionado a los joropos por haber pasado mi niñez en los Llanos, a la sombra del arpa de Juan Morales,..me oponía a esa modalidad. Sin embargo, el joropo “Alma Llanera” me sacudió el espíritu, y así se lo dije a Pedro Elías en la Plaza Bolívar. Con aquella sencillez suya me tomó del brazo y fuimos hacia el héroe”.Allí, bajo el majestuoso bronce de Tadolini, al lado del pedestal que sirve de patriótica atalaya a la historia y a la gloria del Libertador, el venezolano inmortal que desde allí ha visto el crecimiento y el progreso de su Caracas natal, el músico le dijo al poeta: - Gracias por tu opinión... ¡Has visto lo que puse en ese joropo! Veremos si tiene suerte...

Rafael Bolívar Coronado. - hijo del notable costumbrista villacurano de fines del siglo dieciocho, Rafael Bolívar, iniciaba el “Alma llanera” con la representación de “ una casa en un camino real de las pampas de Apure”. Al levantarse el telón en medio de esas pampas, aparecía Casilda “distraída y cantando por la puerta del fondo”:
Anoche a la media noche,A media noche sería,Los gallos que menudeabanY yo que me despedía

Casilda era una Celestina criolla paraentre Rita, “señorita de la casa” y Cubito. El cuarto personaje principal era Miguel, peón de la casa a quien por su amor desmedido que demuestra a Rita, Cubito lo mata con un puñal. Rita le pide a Cubito que huya y ella, ante los demás asume la autoría del hecho de sangre. Finaliza la obra con el canto de Rita

Yo nací en esta riberaDel Arauca vibrador;Soy hermana de la espuma,de las garzas, de las rosasy del sol, y del sol.Me arrulló la viva dianaDe la brisa en el palmarY por eso tengo el almaComo el alma primorosaDel cristal, del cristal.Amo, lloro, canto, sueñoCon claveles de pasiónPara ornar las rubias crinesDel potro de mi amador.

Escribió Carlos Eduardo Misle “Caremis” sobre la composición musical:
De Venezuela pasó a América y del continente al mundo, como pasó de la pianola y el organillo a los primeros discos ortofónicos y hoy anda de lo más orondo – vivo y alegre como nunca- en antologías de “long play” nacionales y extranjeros, interpretado por las mejores orquestas del mundo. Las andanzas universales de este joropo han hecho que se conozca bajo los más diversos cielos. Así, esta música alegre y hermosa que emociona y ahonda ha originado nostálgicas o eufóricas emociones a venezolanos que la han encontrado entre Estocolmo y Buenos Aires, entre San Francisco y Damasco. Porque “Alma Llanera” tiene además esa virtud: brota de repente, cuando menos se espera. A ello se debe su carta de universalidad. En otros casos a delicadezas de anfitriones, “maitres” o “barmen” que para nosotros los venezolanos tan viajeros como el mismo joropo- tienen un disco a mano, un pianista a la orden o una insinuación a la orquesta:
- Por favor: para los señores, que son venezolanos: ¡ “Alma Llanera”!
Hace unos 10 años una empresa de comunicación telefónica difundió una cuña publicitaria con una bella canción autoría de los españoles Herrero y Armenteros titulada Venezuela. En esos diez años el Alma Llanera de Gutiérrez y Coronado pasó al olvido, incluyendo los actos oficiales. Hace más o menos un mes tuve la agradable sorpresa de escucharla nuevamente en un acto donde estaba presente el Presidente Chávez. La Orquesta Sinfónica Juvenil de Venezuela, dirigida por el Maestro Mario Abreu interpretó ambas composiciones: Venezuela y el Alma Llanera. ¡¡Qué bueno!! . Ojalá se repita y no olvidemos nuestras cosas que realmente tienen valor.
Fuente consultada: Carlos Eduardo Misle. De la zarzuela al joropo “Alma Llanera “Himno Popular de Venezuela”
José Hermoso Sierra

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