sábado, 10 de octubre de 2009

MI RECONCOMIO

(escrito el día siguiente a la votación para la enmienda constitucional y válido - tal vez- para todos los procesos eleccionarios)

Por supuesto que lo voy a escribir el día después. Tras los resultados de la votación sobrarán, los resignados, los que exclaman que no votarán más o los que expresarán que hubo fraude. Como de costumbre, siempre culparemos a alguien por nuestros fracasos. Los gringos, los conquistadores, los selenitas o el caimán que estaba a la puerta de nuestra vivienda impidiéndonos la salida. Pero ¿Porqué Chávez permanece en el poder? Muchos lo saben pero no se atreven a expresarlo. Darlo a conocer es impopular Nos resta fuerza. Podemos perder. Uno de los grandes acusados son los abstencionistas. Conocí hoy a algunos de ellos. El común denominador de la repuesta a la pregunta del porqué de su abstención ha sido: SON IGUALITOS.

La campaña electoral por parte de ambos bandos se limitó a las consignas. Por una parte, Chávez no se va y por la otra, No a la enmienda. Pero en el fondo no fue más que una forma de medir fuerzas. Creo que fue Guzmán Blanco quien dijo que si el gobierno contra el cual se combatió en la guerra de la Federación hubiese sido liberal, los alzados hubiesen sido conservadores. Cuestión de oponerse.

Pero creo que el problema hay que buscarlo dentro de nosotros mismos. ¿Quiénes son las cabezas visibles de la oposición? Una caterva de fósiles, por supuesto con pocas excepciones, desprestigiados por sus actuaciones o por sus comportamientos. Siempre añoramos el pasado ignorando que antes no había penicilina, ni computador, ni Internet. Particularmente creo que en Venezuela no ha existido ningún gobierno bueno. Todos en una u otra medida fueron corruptos, ineptos y populistas. Haga una lista de los voceros de la oposición y comience a preguntar ¿De que viven? ¿Como mantienen sus hogares? ¿Y ese automóvil de donde salió? ¿Trabajan igual que el resto de los mortales? Esa gente, entrevistados con frecuencia que hablan en nombre mío no realiza ninguna actividad productiva y con seguridad viven muy bien. Tal razón les quita peso moral y la oposición es inoperante. Vivimos de la humorada vulgar del comandante Macario, nos deleitándonos con los improperios del Conde o con los chistecitos o runrunes de Internet o del celular. que solo satisfacen nuestro odio o nuestro deseo de burla pero que en nada quita o pone un voto a las partes. Se olvidó por parte de ambos bandos la contienda ideológica y el gobierno sabe que le basta con hacer populismo mientras la oposición no sabe que hacer.

Verdaderamente me gustaría tener una oposición dirigida por gerentes, intelectuales, obreros, educadores, estudiantes, amas de casa, etc. que nunca hubiesen sido políticos de oficio. Pulcros de alma. Guerreros, que con el esfuerzo propio tratan de lograr una posición en la vida y que aunando sus esfuerzos, logren un país que realmente progrese. Así podremos llegar a elegir un líder que se dignifique a si mismo y a los venezolanos cuando en su programa político exprese que quien no trabaje no comerá y que quien no luche, en la medida de su capacidad, no sobrevivirá. Pero eso es impopular. Tirios y troyanos, valga lo impropio de la expresión pero lo popularizado de la misma, coinciden en sus declaraciones populistas y así nunca el país avanzará. Recordemos aquel dicho gringo: “No pain, no gain” que en nuestro refranero equivaldría a “quien quiere azul celeste, que le cueste”, circunstancia odiada por aquellos que les gusta “la papa pelada”. Veremos las próximas votaciones, seguramente a la vuelta de la esquina.

José Hermoso Sierra
Febrero 2009.

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