sábado, 10 de octubre de 2009

ESCALOFRIANTE

Mucho tiempo transcurrió para que Galileo hiciera uso de un telescopio que hoy sería objeto de rechazo por su imprecisión y primitivismo pero que sirvió al eminente hombre del renacimiento para echar por tierra todas las teorías reinantes hasta ese momento que daban por cierto el egoísta enunciado de que la tierra era el centro del universo. El avance científico permaneció prácticamente inamovible hasta mediados del siglo XIX cuando se inicia la era del maquinismo y el hombre inicia un tímido avance tecnológico. Los que pasamos la sesentena de años, eufemísticamente denominada tercera edad para no decir ancianidad, vimos muy pocos progresos hasta que llegamos a pisar los cuarenta años. De un radio de tubos, impreciso en su selección de emisoras. pasamos al transistor y allí comenzamos a conocer lo digital, a lo cual muchos temieron y en consecuencia rechazaron, convirtiéndose así en momias con movimientos. Durante este año ha celebrado la humanidad los 40 años de la llegada del hombre a la luna pero ¿Sabe usted querido lector que equipo de computación equipaba la misión? Fue uno de las primeras en utilizar circuitos integrados; su procesador tenía una velocidad de 1 megahertz, la memoria RAM era de apenas 4KB ¡¡ Un millón de veces menos de lo que hoy posee un computador común!! y apenas 32 KB de memoria ROM cuando hoy hablamos de megas. Creo que en la actualidad no existe un equipo con tan escuálidas especificaciones. ¡Y con eso el hombre se atrevió a llegar a la luna! Bueno; todavía hay seres humanos que aseguran que el asunto fue solo una gran mentira de los gringos.

Escribir estas cosas son el resultado de haber leído un interesante artículo de Rafael Arraiz Lucca, inteligente y ameno columnista del diario El Nacional. En un artículo titulado “Cuando llegue el futuro” menciona que para el año 2013 será lanzado al espacio el telescopio astronómico James Webb que permitirá ampliar notablemente nuestro conocimiento sobre la Vía Láctea. Citando los comentarios de científicos espaciales se señala que más del 80% de nuestro universo está hecho de “materia oscura”, algo totalmente desconocido e imposible de observar ópticamente. Continúa el articulista explicando que solo conocemos el 5% del universo (algo así como lo que utilizamos de nuestro capacidad cerebral) y que de acuerdo a lo expuesto por Lyman Page, un cosmólogo de la Universidad de Princeton, solo un 4% de nuestro universo está compuesto de las cosas con las cuales estamos hechos nosotros, 22% de materias nunca vistas en la Tierra y 74% de algún tipo de fuerza o energía que “debe aún encontrar una explicación en cualquier teoría fundamental de la naturaleza” En consecuencia, la posibilidad de encontrar extraterrestres similares al humano, se reduce notablemente. Ohhh vanidad, como te sentirás de bien con esta noticia…

Pero lo que más me hizo reflexionar de ese artículo es el señalamiento de Richard Clarke quien se desempeñó como Coordinador de Seguridad en los Estados Unidos de Norteamérica: Nuestros cerebros biológicos, con sus memorias formadas por hormonas y elementos químicos, se podrán ampliar interconectándolas con chips de memoria. En el mercado actual se encuentran con facilidad memorias con 128 MB. Al cerebro humano, en blanco, le es estimada una capacidad de memoria de unos 20MB que al desarrollarse se expande hasta 1000 millones de veces más. No obstante, si nos pudiesen agregar unos cuantos chips especializados podríamos ser multilingües o expertos en historia universal y con gran facilidad podríamos desechar nuestras modestas bibliotecas. Pero el asunto no se queda allí: Esos dispositivos podrían estar conectados con una red similar a la actual Internet y así acceder a cualquier conocimiento universal.

Solo me queda una pregunta ¿Será necesario ir a la escuela? ¿Un estado interventor no nos implantará un chip para ideologizarnos?

Antes de concluir, expreso mi condolencia y empatía con mi amigo Omar Guarirapa y su apreciada familia por el fallecimiento de Claudia, una inteligente mujer a quien conocí desde niña. Apegada a sus estudios con tal énfasis que se sentía indispuesta cuando sus notas no eran lo que ella deseaba. Graduada suma cum laude como médico, especializada en oftalmología con diversos estudios de postgrado. Venezuela ha perdido una venezolana ejemplar… pero lo héroes mueren jóvenes y héroes no son solo aquellos que se valen de las armas.

José Hermoso Sierra




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