lunes, 23 de enero de 2017

Colombeia, el diario y los papeles de Miranda.

Francisco de Miranda inicia lo que se podría considerar una especie de diario; un relato sobre sus actividades, el mismo día en parte de Venezuela hacia España. Su objetivo inicial era tal vez la simple idea de tener un recuerdo personal y sería “hilar muy fino” pensar sobre la trascendencia que el mismo tendría con el transcurrir del tiempo. La denominación “Colombeia” es posterior a su inicio. Fue el nombre creado para incluir una extensa documentación, que sumada al diario inicial conformará un total de 63 volúmenes, organizados y encuadernados en piel por el propio Miranda. Están divididos en tres secciones, cuya descripción según la solicitud de  registro de solicitud para la consideración por parte de la UNESCO para ser considerado el archivo como “Memoria del Mundo” se copian para mayores detalles:
·         Viajes: 26 volúmenes describiendo el recorrido por España, Africa, América, Estados Unidos, Holanda, Prusia, Sajonia, Austria , Italia, Turquía, Grecia, Rusia, Dinamarca, Hamburgo, Rhin, Suiza, Francia e Inglaterra. Reunió  anotaciones, que en forma de diario, fue preparando durante sus viajes  y comprenden, además de sus experiencias personales, las observaciones que hizo acerca de las personas, los paisajes, los monumentos, edificios públicos, obras de arte, bibliotecas, museos, cárceles y hospitales de los sitios que visitó. Respecto a muchos sitios y edificaciones el testimonio de Miranda es único o muy importante
·         Revolución francesa: En 18 volúmenes expone su participación en Francia en el momento de desarrollo de la revolución.
·          Negociaciones: Trata sobre sus negociaciones con los gobiernos de Inglaterra, Francia y Estados Unidos de América en búsqueda de apoyo para la liberación de Hispanoamérica.
Casi todas sus observaciones recapituladas en el Diario se refieren a etapas muy interesantes de conocer; el Caribe como lugar de enfrentamiento de Inglaterra, España y Francia, los Estados Unidos cuando se acababa de terminar la guerra de la Independencia, la Europa previa a la Revolución Francesa, el proceso de la Revolución Francesa, la Rusia de Catalina la Grande y enseguida los preparativos y la primera etapa de Independencia Americana. 
El Archivo contiene la correspondencia de Miranda con importantes personajes en cada uno de los lugares que visitó: Jefferson, Madison, Hamilton, Pitt, Lord Wellington, Petion, Brissot, Fouché, etc. y  agregó en su archivo “documentos, periódicos y folletos, material que da una peculiar característica a la colección por tratarse de piezas únicas, muy raras o de difícil consulta o acceso”. 



En el archivo también se encuentran cosas como un método para aprender a tocar la flauta, partitura para ejecuciones con ese instrumento, catálogos de libros y hasta en el imaginario venezolano se ha hablado de una colección de vellos púbicos guardados en cajas especiales para tal propósito pero esto ha sido desmentido, señalándose solo la existencia de un sobre conteniendo vellos púbicos de una de sus amantes.
Pero ¿Por qué el nombre Colombeia para el archivo y Colombia para el nombre de la república a fundar? Al contrario de lo pregonado  por inconsecuentes de la historia y supuestos abanderados del anti imperialismo, Miranda admiraba a Cristóbal Colón. En 1781, estando  en Jamaica adquirió una carta enviada por Colón al rey Fernando  II de Aragón y V de Castilla. Posteriormente, al visitar Génova, hace un recorrido hasta  Cogoleto, supuesta cuna de Colón y escribe en su diario: “con que terneza y admiración la miraba; más apenas hay aquí quien sabe quien es Colombo ni que esta fuese su patria”. Escribe en su diario con fecha 13 de enero de 1789 sobre  el recorrido hacia ese sitio y expresa que ”con reconocimiento y fervor ofrezco a aquel semidiós, mucho más digno y racional que los que se tributan a La Meca, Petchersky,  Loreto, Compostela, etc”
El archivo, sobre el cual se tenían noticias, no se había localizado. Recordemos que libros y otras pertenencias de Miranda, fueron embarcados el 30 de julio, a raíz de la firma de la capitulación,  a bordo del Sapphire por Pedro Antonio Leleux, consignándolo a nombre de  George  Robertson de la firma mercantil Robertson y Belt domiciliado en Curazao pero, una vez llegados a esa isla, fueron decomisados en razón a lo peligroso que hubiese podido ser su difusión atendiendo a las diversas comunicaciones entre Miranda y altos personeros del gobierno inglés. El archivo fue localizado en 1926 en Cirencester, Inglaterra por Alberto Adriani Mazzei  quien residía en Inglaterra se ocupó de realizar todos las gestiones pàra que esa valiosa documentación fuese propiedad de Venezuela. Pero es Caracciolo Parra- Pérez, ministro de Relaciones Exteriores quien se atribuye los méritos. Parecida suerte corrió Adriani con la frase atribuida a Uslar Pietri “sembrar el petróleo”. Al parecer Adriani recibió la noticia de un comerciante inglés. Los archivos estaban en la biblioteca heredada de un antiguo  ministro de guerra inglés pagando Venezuela 3.000 libras maginaría es que dos siglos después la UNESCO, durante el año 2007, le otorgaría el título de Memoria del Mundo “por su valor excepcional que debe ser preservado para beneficio de toda la humanidad”. 

Una segunda versión señala que Caracciolo Parra-Pérez recibió la información por parte de un funcionario del Public Record Office de Londres de que en algún lugar del antiguo palacio de Lord Bathurst se encontraban los papeles de Miranda y Parra-Pérez se comunicó con Alberto Adriani a través de una carta fechada pero sin data del año le sugiere que “…echa una hojeada y una ojeada a todo: creo que con tres o cuatro horas de examen atento te podrías formar una idea del conjunto, tomar las notas los más “pormenorizadamente” posible, de manera que yo pueda decirte lo que hay que hacer en el porvenir. Si no tienes con un día y “el hombre” marcha, quédate dos…” Adriani comprueba la certeza del dato y tras  diversas negociaciones, se logra el cometido. Otra tercera versión, y quien sabe cuántas existirán, es la de que el tercer conde  de Bathurst, revisando la biblioteca dio con los documentos y lo comunicó a un tercero para hacer llegar a los oídos de algún representante de Venezuela la noticia del hallazgo. El gobierno nacional adquirió en el año 1926 el archivo y resolvió, confiarlo a la Academia Nacional de la Historia. Tres mil libras esterlinas fue el precio convenido; y a instancias del mismo Parra-Pérez, el gobierno de Venezuela, presidido a la sazón por el General Juan Vicente Gómez, realizó la patriótica adquisición. El titular de la cartera de Relaciones Interiores  Pedro Manuel Arcaya y el Ministro en Inglaterra Diógenes Escalante, intervinieron también en la negociac ión.
El Archivo fue publicadoinicialmente en dos etapas, una iniciada en 1927 la cual llegó a catorce tomos y la otra, iniciada en 1950 la cual completó diez tomos más para llegar a 24 tomos, publicada en 1978. El tomo 24 comprende documentos entre los años 1812 y 1816 aportados por el Marqués de Rojas en su obra El General Miranda. Esta colección no incluye los anexos que posee el archivo; carece de estudios preliminares y de índices completos que faciliten su consulta. Además, al seguir el mismo orden del original su consulta es bastante complicada. La publicación, auspiciada por la Academia de la Historia está agotada y fue de distribución gratuita.
La Segunda edición del Archivo denominada COLOMBEIA editada por la  Presidencia de la República, según Decreto de fecha 25 de Septiembre de 1976, publicado en la Gaceta Oficial N°. 1792 se halla en proceso de publicación. A la fecha se han editado desde el Tomo I hasta el Tomo XIX y dicha publicación contó con el asesoramiento de José Luis Salcedo Bastardo Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia. Por último se inició la digitalización el 3 de Agosto de 2006 a través de convenio entre la Academia Nacional de la Historia y la Biblioteca Nacional. En Acta suscrita por los técnicos de la Academia y los técnicos de la Biblioteca, consta que el 5 de Diciembre de 2006 se concluyó la digitalización de los documentos pertenecientes al Archivo del Generalísimo Miranda. Ello dio como resultado 70 DVD con un total aproximado de 35.220 imágenes.
 
El estado del archivo, mientras estuvo en la sede de la Academia Nacional de la Historia, por supuesto no podía estar al alcance de los visitantes en razón a lo delicado de su conservación pero fue dado como absurdo pretexto por el gobierno nacional,  se describe en la propuesta a la UNESCO para designarlo como Memoria del Mundo de la siguiente forma: “Para mantenerlo adecuadamente y restaurarlo se realizaron intervenciones a la documentación. Para el proceso de restauración hemos empleado Papel Tissue Japonés de 6 Grs. antiácido, cola vegetal antiácida (incolora, inodora, insabora –carboxi-metilcelulosa). Periódicamente se examinan los documentos a efecto de realizarle el respectivo diagnóstico y de acuerdo a éste se procede al tratamiento, el cual se inicia con una fumigación en conjunto con sustancias químicas que no alteran ni dañan el delicado papel, utilizando como componente el Floruro de Sulfutiro. Posteriormente se realiza una limpieza al seco, volumen por volumen, utilizando para esto una almohadilla de goma molida, brocha de cerda muy fina y por último una lanilla. El arca de seguridad se limpia igualmente al seco. Hemos procurado utilizar papel en blanco que hemos encontrado en los libros para hacer los injertos, los trabajos de restauración que se les han hecho son los siguientes: rasgaduras, fisuras, injertos, laminación, refuerzos, apresto, desmanche local, planchado al seco sin calor. La encuadernación se mantiene igual, le hacemos restauración y algunos volúmenes se inyectaron con sustancias químicas para la eliminación de huevos de insectos”.

Permaneció en la Academia Nacional de la Historia desde el año 1926 hasta el año 2010 bajo la figura de “depositaria” (Custodia del Archivo a la Academia Nacional de la Historia. Gaceta Oficial N° 15.951, 26 de Julio de 1926). El 4 de Junio del año 2010 se entregó para ser depositado en el Archivo General de la Nación. Por supuesto, “el manoseo” por parte de humanos no es posible, pudiendo tener acceso al mismo los técnicos conservacionistas. El acceso en la red se hace a través del link www.franciscodemiranda.org

1 comentario:

  1. Interesante articulo que ademas de recalcar la Grandeza del Gen. Miranda, esplica las varias ipotests sobre el allazco de los registros del proyecto Colombeya donde toma fuerza Alberto Adriani, otro personaje desctacado y meritorio de estar en el Panteon nacional.

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