domingo, 30 de diciembre de 2012

Reflexiones de mi hijo


El día que comencemos a pensar que el cambio comienza en nosotros y no en los demás nos daremos cuenta que todo comenzara a andar mejor....Ahora, no se trata de pensar, sino de comenzar a hacerlo; a reconocer que comenzar es fácil pero continuar es lo difícil ....Quizás a veces piensas que no deberías ser tan incrédulo y que lamentas no seguir una religión. Yo diría que ese no es el camino. El camino, pienso yo, es educarnos espiritualmente, tener en cuenta que somos parte de un todo y todo funciona según la ley de causa y efecto.....ahora, no debemos pretender que ese bien o mal que realicemos se manifestará cuando queramos. Ese efecto estará latente hasta que sea el momento adecuado para manifestarse. Deberíamos seguir enseñanzas humanistas; no aquellas que buscan fuera de nosotros la magia de ser felices. Una enseñanza que piense en el hombre como la célula de la humanidad, que considere a los seres humanos somos criaturas sociales (como dice Marisabel) existiendo una relación entre el individuo y la sociedad...que ese es principio de todo..que nos demos cuenta de que debemos tratar como queremos ser tratados y ese es el simple principio. Todos tenemos el mismo potencial, algunos mas desarrollados que otros. Además, debemos reconocer que la verdad no es un valor absoluto. La verdad es una expresión de nuestra comprensión de la realidad tal como es ella y un concepto que tiene que ver solo con la relación del objeto con el objeto mismo y no la relación entre un ser humano y el  objeto. Creo que la única verdad absoluta es el deseo de vivir...Que además existen  valores pero. ¿que son los valores?   ¿de cuales valores hablamos? ¿De no robar? ¿De no matar? ¿De no desear? ,etc,etc, Los valores son la relacion existente entre el ser humano y el objeto. Eso que nos conecta emocionalmente. Es un concepto que expresa cierto tipo de poder que el objeto ejerce sobre el sujeto. El valor afecta a la persona, Creo que quizás, debemos aclarar cuales son valores básicos y de alli expandirnos. Pero ¿Cuales serian esos valores?, Yo estoy de acuerdo con el señor Makiguchi (1), en cuanto a que el ser humano uno podría ser El Beneficio. Podríamos pensar que eso es importante porque se relaciona con la supervivencia del individuo; pero si recordamos que los seres humanos son criaturas sociales, lo mas importante es la relación entre el individuo y la sociedad. Entonces ese beneficio debe ser, no un beneficio personal, sino un beneficio social y así de esta manera poder trascender y en  consecuencia encontrar otro valor: El valor del Bien.El Bien es el beneficio de la sociedad para con el individuo, haciendo referencia al Bien publico, sin relación con un beneficio económico. Lo económico no tiene que ver con algo bueno o malo, (no como dice alguien por allí que ser rico es malo) El bien o el mal son conductas intencionales dirigidas hacia otras personas o hacia la sociedad... Decimos que beneficioso es el bien para todos nosotros.....que es algo bello. El hombre ama lo bello..entonces aqui encontramos otro valor..La Belleza...es un valor que nos conecta con nuestra parte emocional. Un valor que nos une al ser humano y al objeto; que le aporta bienestar al ser humano. Obvio es siempre y cuando esta belleza no sea perjudicial al ser humano y no tenga nada que ver con lo artístico o con lo que nos de cierta seguridad pasiva....
Quizás me fume una lumpia para para escribir estas líneas...al final pienso que el objetivo de la vida debe ser alcanzar la felicidad, comprendiendo y repito, que la felicidad no es absoluta sino relativa. Debemos  crear valores los cuales deben ser  juzgados según el grado en el cual estos cumplan el propósito de la vida  con carácter pacifista.
Pero tranquilos. Somos humanos y también fallamos pero hay que empezar lo cual es fácil. Lo dificil es continuar.... Solo el dialogo entre todos, nos hará ver que en las diferencias personales también tenemos cosas en común.  Somos personas diferentes con diferentes pensamientos pero un fin en comun......que como dice Nichiren Daishonin(2): “La vida esta llena de triunfos y fracasos, pero lo importante es, apuntar a la victoria

José Angel Hermoso Márquez

(1) Educador  reformista, filósofo y escritor, que fundó la Soka Kyoiku Gakkai (precursora de la Soka Gakkai) en 1930. Su vida se caracterizó por la confrontación con las autoridades  represivas. Como maestro, se dio a conocer por su calidez y consideración y pugnó por poner en práctica un enfoque educativo más humanístico y centrado en el educando.  Se opuso terminantemente a las prácticas educativas corruptas, por lo que se vio forzado a jubilarse anticipadamente. (Wikipedia)

(2) Desde la edad de 16 hasta 32, Nichiren estudió en numerosos templos en Japón, especialmente Enryakuji y Monte Koya (que en esa época eran los principales centros de estudios budistas) y en la zona de Kioto-Nara. Con el tiempo llegó a la conclusión de que las enseñanzas más elevadas de Buda (563 - 483 a. C.) se encontraban en el Sutra del Loto. El mantra que él expuso el 28 de abril de 1253, Nam Myoho Renge Kyo, expresa su devoción por el cuerpo de enseñanzas.
Durante su vida, Nichiren sostuvo estridentemente que las enseñanzas del budismo contemporáneo impartidos por otros grupos (en particular, nembutsu, zen, shingon y ritsu) se equivocaban en sus interpretaciones de la ruta correcta hacia la iluminación y por lo tanto ellos debían ser refutados públicamente. De este modo, Nichiren provocó la ira de los gobernantes del país y de los sacerdotes de los grupos que criticaba, Fue objeto de persecuciones que incluyeron un intento de decapitación y por lo menos dos exilios. Algunas escuelas nichiren ven el incidente de la decapitación intentado como marca de un punto de inflexión en la enseñanza de Nichiren, ya que Nichiren comenzó a inscribir el Gohonzon y una serie de importantes tratados doctrinales en el periodo posterior, durante su exilio de tres años en la isla de Sado en el Mar del Japón. Después de ser indultado y habiendo regresado del exilio, Nichiren se trasladó a Monte Minobu, en la actual perfectura de Yamanashi, donde él y sus discípulos construyeron un templo. Nichiren pasó la mayor parte del resto de su vida allí, entrenando y formando discípulos.
                          

miércoles, 31 de octubre de 2012

El hombre honrado (Andrés E. Blanco)


Hombre honrado de Venezuela,
patriota sellado de honradez
por derecho de nacimiento,
por derecho de calva y anteojos,
por derecho de abuelo con levita,
hombre de aspecto y en el fondo, honrado,
pero, honrado no más, sin movimiento,
sin riesgo,
solemnemente virtuoso,
paralítico ilustre, honorable egoísta,
indiferente,
consagrado por la opinión nacional,
amueblado por tu honradez perpetua.
por tu honradez cobarde, por tu cobarde gravedad,
viviendo de un seguro de vida venturosa
con tu renta de diez por ciento sobre el respeto general.
Estatua honrada;
eres abominable.
Eres como esas cosas de marca acreditada
que nadie compra nunca, aunque sepan que es buena,
porque no sirven para nada.
Eres una pelota que nadie lanza a nadie,
una lata de Rodel que nadie come,
un pan muy bueno que a nadie alimenta,
una maravillosa cama
donde nadie se acuesta.
Eres honrado, honrado, honrado, honrado.
Eres un sinvergüenza.
Banquero,
Presidente del Carnaval,
Director de Crèches,
Filántropo de fiestas con frac
y cuadros vivos con patrias tiesas,
oficial de la Orden del Libertador,
Pendejo con palmas académicas,
ni le matas el hambre a nadie,
ni le quitas a nadie el sueño.
Hay un límite en todos tus designios honrados:
el gobierno.
Representas muchos intereses;
pero nunca recuerdas el interés del pueblo.
Que roben, que asesinen, que recluten,
pero que tú y la cárcel se saluden de lejos;
la honradez de la Patria no habrá sufrido nada
mientras tú no estás preso.
Te admiro. Eres virtuoso.
Los demás luchan, los demás tienen hambre.
los niños se hacen engrillar,
los campesinos se hacen matar,
las mujeres se hacen ultrajar,
y tú
permaneces mudo,
solemne,
espectador,
honrado,
honrado,
abominablemente honrado.
Pero yo sé que nunca
alcanzarás siquiera la honradez del Tirano.
...Sonríes.
Esperas.
Harás un gesto cuando te convenga,
cuando la sopa está a tu gusto.
Mientras tanto, haces plata,
y todos esperamos que tu gesto haga el mundo.
...Mañana,
te prometo decir: —Ese es el Hombre;
banquero, padre de familia,
doctor, honrado, buey.
¡Yo lo conozco! Es la honradez ahíta
que estás orinando su honradez.
Hombre honrado de Venezuela,
Ministro del futuro mediocre
que se presiente ya como una indiferencia;
cuando sea Ministro, gozaremos
su honradez de soltera
y nos descubriremos al pasar su Virtud
y nos agacharemos para verle las piernas.
Desde este calabozo donde los hombres mueren,
saludo al Hombre virgen que parirás cuando convenga.

martes, 15 de mayo de 2012

Concurso cartas de amor MontBlanc


dedicada a mi esposa, Francy Mercedes Márquez Gil, "la nena"


Un vago, ¿lo recuerdas? Hasta me apodaban “El flojo”. Eso era yo y en lo más profundo de mí soy un proyecto de vagabundo sin cristalizar. Un holgazán autoexcluido. ¿Recuerdas cómo ocurrió todo? Ya estamos próximos a cumplir cincuenta años de unión ¿Lo lograremos? Nadie lo sabe. Algunos atribuirán a la inefabilidad del destino lo que ocurrirá en el tiempo por transcurrir. Otros como yo, incrédulos, prefieren atribuírselo al azar. No podría imaginar a un ser supremo ordenarme: ¡Ponte el jean azul, la camisa amarilla, las botas vaqueras, siéntate en el murito del edificio donde vives y encontrarás al amor de tu vida! Para ello también hubiese tenido que quitarme la modorra, hacer un esfuerzo mayor para sacar de su cama a tu hermano Manuel y convertirlo en una especie de celestino involuntario.
Cigarrillo tras cigarrillo, Manuel y yo manteníamos una insulsa conversación que se movía entre la jeva de Pedro José, los amores frustrados de Henry, las cuatro velocidades de la caja del Studebaker del colombiano o las tres velocidades de la caja de mi Ford. Del pique de esta noche en los Próceres o del mal olor de los pies del dueño del taller. Paja, incontinencia verbal, necedades.
Esa tarde iría a la universidad pero no a aprender. Me llevaría a Alicia para el Junquito y después –fortaleza de casi adolescente- irme a la casa de Lucy y encamarnos hasta sentir el ronroneo del Mustang de su marido, tiempo suficiente para salir del lugar y saludarlo en el vestíbulo del edificio. Una coincidencia que el buen hombre nunca analizó. Pero todo ese bon vivant se derrumbaría por obra del azar.
Caminabas rapidito, tus bellos ojos me perturbaron. Tu boquita me estremeció. Vestida –lo recuerdo vivamente– con un jean ajustadito y una camisa a rayas verticales rojas y grises. Sandalias rojas. No vi más nada. Sólo alcancé a balbucear: “Manuel, mira esa jevita, qué bella…”. para luego despertarme con un brusco: “¿Tú eres loco, flojo? Esa es mi hermana y no la estoy celando. ¡Es que es una fiera!”
Belleza y reto. Ni siquiera contestaste mi saludo. Más nunca se cumplieron mis planes de cuadrar la subida a El Junquito con Alicia ni el de encamarme con Lucy. ¡Información, información! ¿Dónde estudia? ¿A qué hora sale? ¿Tiene novio? Lo único que no se me ocurrió preguntar fue tu nombre. Fuiste mi obsesión, mi meta, mi reto. Madrugaba para ofrecerme a llevarte al liceo, y como no aceptabas, me adelantaba para esperar que bajaras del autobús y decirte que conmigo hubieses llegado más rápido. Ni me escuchabas. Hasta pinté la cocina de tu casa. Te envié flores el día de tu cumpleaños: Ni siquiera diste las gracias. En diciembre te regalé unos muñequitos. Los rayaste, les dibujaste anteojos. Pero para mí fue buena señal. Aunque no era odio, recordaba aquella canción de ódiame por favor yo te lo pido porque el odio es mejor a la indiferencia o al olvido… algo así.
Ya habían pasado seis meses de insistencia, de ataque, de piropos, de desprecios, de risitas burlonas. Se acercaba diciembre. Lucy aún me llamaba a diario y Alicia me dijo hasta del mal que me iba a morir, pero yo no tenía ojos sino para ti. Seis meses madrugando por ti. Un bañito de vaquero, una rasurada, unas palmadas en la cara con la colonia de moda y listo para un nuevo intento. Hoy me aceptará la cola, hoy me dará los buenos días, hoy, hoy, hoy. ¿Esperanza inútil? ¿Flor de desconsuelo? Esa canción del maestro Pedro Flores no iba conmigo. ¡Qué va! Tal vez me pasaría como a Ramón Bracho. Diecisiete años y tres meses con cuatro días –el viejo lo llevaba anotado- enamorando a Margot hasta que aceptó ser su novia.
Llegó el fin de año. Apenas pasada las doce fui a tu apartamento. Desde la calle se veía en penumbras. ¿Será que salieron? Pulsé el timbre y sorpresa: abriste la puerta. Bellísima. Vestida de negro. Exótica “¿Qué desea?”, preguntaste altiva. Te respondí que sólo quería desearte feliz año. Esperaba al menos una palmadita, pero ni eso. “¿Y no vamos a brindar con algo?”, te pregunté. Serviste de mala gana una copa de vino y me dijiste… no, no fue te amo, ¡no!… Sólo me diste largas al informarme que irías a casa de Rosa, la madre de Elina, a celebrar el fin de año. ¿Y qué te creías? ¿Qué me iba a ir rumiando mi desengaño a escuchar a Julio Jaramillo acompañado de una botella de ron? Nooo. ¡No! Si bien a Elina apenas la saludaba, Rosa, su mamá, ya me veía con aprecio. Subiste para donde tu amiga y detrás de ti, me colé, entré como Pedro por su casa. Paco, un elegante español pareja de Rosa, me ofreció un exquisito y añejado ron carupanero. Te vi bailar sola, apasionada ¿Y ahora qué hago? El baile no es mi fuerte. Esperé un bolerito. Y suerte la mía, pusieron a Billo´s, bailable hasta para quien tiene dos pies izquierdos y una sordera congénita. …Cubano que dejaste el viejo malecón… y abandonando la interesante conversación con Paco, te invité a bailar. Realmente no recuerdo si te invité o te agarré el brazo y te saqué a bailar. Esa noche eludí algunos merenguitos, pero el mosaico no me lo iba a pelar. Era la oportunidad de hablarte, de enamorarte y sin dudas… lo hice.
A los seis meses nos casamos y todavía te amo. Así me regañes todos los días cada vez que ensucio algo, o cuando enciendo la pipa y evoco a Sara Montiel… Cantando fumando espero, pero no al hombre sino a la mujer que quiero… Tú y nadie más. ¡Qué cursilería! ¿Verdad?
José Hermoso Sierra. Irreverente y casi anciano ¿Casi? 68 años. Seis hijos con ella. Siete nietos.  Dedicado a escuchar música, a leer, a caminar, a hablar por allí, a explorar la red. Retirado de cualquier trabajo y …sin ganas de hacerlo. Súper enamorado de mi mujer ¿Que más puedo escribir?